Plan V |
Para los habitantes de San Pablo de Amalí, su desgracia comenzó con la hidroeléctrica. El desvío — dice Trujillo sin dejar de señalar a Hidrotambo— ha provocado que el río se lleve cultivos, casas y personas. La tragedia del 2015, por ejemplo, quita el sueño a la gente de este sector cada vez que hay una fuerte lluvia. El 20 de marzo de ese año, el río se desbordó y arrasó 12 casas. Tres personas murieron, entre ellas la hija de Ramiro Quinatoa, Carmen. Vea la nota completa aquí.